Expertos del INAH, encabezados por la arqueóloga Lourdes Toscano, ubicaron un palacio que fue construido por los fundadores del sitio arqueológico de Kabah, el cual brindará mayor información sobre el momento y la manera como nació este asentamiento maya, cuyo nombre prehispánico significa señor de la mano poderosa.
Además, dicho palacio reveló que los fundadores arribaron al sitio muchos años antes de que se formara el estilo Puuc.
Kabah se encuentra dentro de la región del Puuc, en el sur de Yucatán, y lo caracteriza un estilo arquitectónico claramente identificado, que se desarrolló entre el año 600 y 950 de nuestra era, explicó Toscano.
Sin embargo, el reciente descubrimiento del palacio monumental es anterior a ese periodo y, en los próximos meses, arrojará nueva información sobre la fundación del sitio.
Para lograrlo, la experta indicó que, dadas las dimensiones de la construcción y la dificultad para explorar la estructura, los arqueólogos iniciaron el reconocimiento de superficie para determinar la traza original del sitio.
Entonces vimos que esto no es Puuc, sino algo anterior, pese a que se creía que este sitio había sido poblado tardíamente. Sin embargo, esa versión ya está cambiando, debido a que se han encontrado acrópolis clásicas que tienen una tradición petenera, apuntó.
¿Significa que los primeros habitantes de esta urbe provinieron de la región conocida como Petén guatemalteco?, se le preguntó a Toscano.
Pudo ser del Petén guatemalteco o beliceño, porque los rasgos son muy generales, así que no tenemos los indicios específicos de la ciudad.
Por ahora sólo podemos hablar de que esta arquitectura es petenera y, quizá, más adelante, si encontráramos alguna inscripción jeroglífica, una mayor cantidad de fragmentos de cerámica, vasijas completas o algún entierro, sí podríamos tener más información que nos diga de qué parte proceden, puntualizó.
DESTRUCCIÓN RITUAL
Durante las recientes excavaciones en Kabah, los arqueólogos ubicaron un segundo edificio prehispánico, aunque éste ya corresponde al estilo Puuc.
La peculiaridad de este segundo edificio, explica Toscano, es que fue totalmente saqueado y destruido.
Lo que nos contó este edificio no es tanto sobre la gente que lo habitó, sino que, en algún momento, cuando el edificio colapsó, alguien llegó, lo destruyó y saqueó la mayor parte de las bóvedas, de la decoración y rompieron los pisos, detalló.
Sin embargo, aclaró que en ningún punto se aprecia que el sitio fuera vandalizado o que se buscara algo en el suelo, sino que sólo se buscó que el espacio destruido no volviera a ser ocupado ni pisado.
Esto lo podemos relacionar con otras partes de Kabah en donde hemos ubicado rituales de finalización en los edificios importantes, como en el Codz-Pop, donde existen evidencias de rituales de finalización, asociados a ciertas crisis o cambios en el lugar.
Esto, lo que nos indica es que hubo un momento en que Kabah se despobló o, por lo menos, que las élites del Puuc abandonaron el sitio, porque es cierto que la gente común tenía mucho menos facilidad para moverse, aunque las élites sí podían hacerlo, apuntó.
NUEVOS ALTARES
Hacia el futuro, Toscano asegura que las indagaciones continuarán en dos sentidos.
En el caso del palacio petenero, dijo, faltan aspectos por conocerse.
Por ejemplo, dijo que aún queda pendiente la excavación de los restos de un mascarón y de dos altares decorados con estuco.
Éstos (altares) están mejor conservados (que el mascarón), así que necesitamos explorarlos para conocer su paleta cromática, sus diseños, y ojalá podamos hallar algo que nos permita relacionarlo con otras partes del Petén, abundó Toscano.
Y en el caso del edificio (destruido como parte del ritual de finalización), tendríamos que excavar algunos pozos en el relleno constructivo para tener una fecha concreta del hecho y, quizá, ubicar algún entierro, aunque por el momento ya recuperamos la información que nos podía dar y sólo nos falta analizarla y contextualizarla.