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Juez de Reynosa, exhibido por favorecer al prófugo Cabeza de Vaca.
NACIONAL | REYNOSA | 2024-05-14 | NOTIVIZA/JUSTICIA PENAL
El informe que Luis Rodríguez Bucio, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, presentó en la Conferencia Mañanera de este martes, exhibió al juez séptimo con residencia en Reynosa, Juan Fernando Alvarado López, por beneficiar al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Por conceder el juzgador una suspensión para que a Cabeza no se le ejecute orden de aprensión y que no pierda sus derechos político- electorales, pasó a formar parte de la sección Cero Impunidad y, de paso, quedó confirmado que este enjuiciador está al servicio de presuntos delincuentes.
En este caso, Cabeza de Vaca no es cualquier delincuente. Es un político que bajo el manto protector del poder causó un daño patrimonial gigantesco a los tamaulipecos y aplicó una política de exterminio en perjuicio de adversarios políticos y sus familias, hechos éstos, en los que muchos inocentes engrosaron las estadísticas de los “daños colaterales”.
El gobernante que aplicó la política del terror para acallar a sus críticos, satisfacer caprichos y saquear los presupuestos públicos en la impunidad total, hoy se dice perseguido político y con argucias legales pretende comprar un fuero legislativo que le permita continuar su trayectoria delincuencial.
Está más que claro que el rapaz exgobernador no solo quiere desactivar una orden de aprehensión que hay en su contra por delitos por delincuencia organizada en la modalidad de lavado de dinero y defraudación fiscal. No. Cabeza también quiere gozar de poder público para seguir traficando influencias, tener protección para sus negocios ilícitos y vender impunidad a sus socios nacionales y extranjeros.
En la Conferencia Mañanera de hoy, el subsecretario Rodríguez Bucio se refirió a la suspensión concedida por Alvarado el 25 de abril pasado, pero no es el único servicio que dicho juez le ha hecho a CDV, pues desde hace ya dos años está prácticamente de tiempo completo a las órdenes del prófugo.
El juez Alvarado López es uno más de esos juzgadores que están al servicio del mejor postor y forman parte del régimen de complicidades en que está hundido el poder judicial. Es por tanta podredumbre que ya urge la reforma del poder judicial, para que la justicia esté el servicio de las víctimas y no sea privilegio exclusivo de aquellos que tienen dinero para corromper a quienes la administran.
Por conceder el juzgador una suspensión para que a Cabeza no se le ejecute orden de aprensión y que no pierda sus derechos político- electorales, pasó a formar parte de la sección Cero Impunidad y, de paso, quedó confirmado que este enjuiciador está al servicio de presuntos delincuentes.
En este caso, Cabeza de Vaca no es cualquier delincuente. Es un político que bajo el manto protector del poder causó un daño patrimonial gigantesco a los tamaulipecos y aplicó una política de exterminio en perjuicio de adversarios políticos y sus familias, hechos éstos, en los que muchos inocentes engrosaron las estadísticas de los “daños colaterales”.
El gobernante que aplicó la política del terror para acallar a sus críticos, satisfacer caprichos y saquear los presupuestos públicos en la impunidad total, hoy se dice perseguido político y con argucias legales pretende comprar un fuero legislativo que le permita continuar su trayectoria delincuencial.
Está más que claro que el rapaz exgobernador no solo quiere desactivar una orden de aprehensión que hay en su contra por delitos por delincuencia organizada en la modalidad de lavado de dinero y defraudación fiscal. No. Cabeza también quiere gozar de poder público para seguir traficando influencias, tener protección para sus negocios ilícitos y vender impunidad a sus socios nacionales y extranjeros.
En la Conferencia Mañanera de hoy, el subsecretario Rodríguez Bucio se refirió a la suspensión concedida por Alvarado el 25 de abril pasado, pero no es el único servicio que dicho juez le ha hecho a CDV, pues desde hace ya dos años está prácticamente de tiempo completo a las órdenes del prófugo.
El juez Alvarado López es uno más de esos juzgadores que están al servicio del mejor postor y forman parte del régimen de complicidades en que está hundido el poder judicial. Es por tanta podredumbre que ya urge la reforma del poder judicial, para que la justicia esté el servicio de las víctimas y no sea privilegio exclusivo de aquellos que tienen dinero para corromper a quienes la administran.