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Así funcionan los "superhospitales" de China: carritos de golf para recorrer 530.000 metros cuadrados
SALUD | | 2024-09-17 | Agencias
El gigante asiático, hogar de más de 1.410 millones de personas, tiene enormes hospitales por todas partes: 35.000 públicos y 21.000 privados
Más de 18 millones de personas se conectaron en la noche del 23 de enero de 2020 a una retransmisión en directo en la web de la cadena estatal china CCTV: había comenzado la construcción de un hospital a las afueras de Wuhan. Las autoridades acababan de cerrar esta ciudad del centro de China por un extraño virus que todavía no tenía nombre pero que había colapsado las urgencias de los grandes centros médicos. Muchos espectadores no quisieron perderse la mastodóntica obra prometida en tiempo récord: levantar en 10 días un hospital de 25.000 metros cuadrados con 1.000 camas.
Cumplieron con la fecha marcada. Al igual que con el otro nuevo hospital con 1.600 camas que se construyó en Wuhan en apenas una semana. El resto del mundo, que todavía no era consciente de la pandemia que se le venía encima, quedó asombrado con la capacidad de los obreros del gigante asiático para construir a toda velocidad lo que la prensa china bautizó como "Arcas de Noé". Un nombre que fue acuñado en realidad en 2003, cuando, en medio de la epidemia de SARS, en Pekín se construyó en tan solo siete días el Hospital Xiaotangshan, con más de 2.300 camas, el doble que el Hospital Universitario La Paz de Madrid.
China, hogar de más de 1.410 millones de personas, tiene enormes hospitales por todas partes. Se estima que existen aproximadamente 35.000 públicos y 21.000 privados, con estos últimos concentrados sobre todo en las ciudades más modernas. Algunos, en tiempos de emergencia sanitaria, se levantan en días y luego, como en el caso de los de Wuhan, se derriban igual de rápido porque ya no son necesarios.
¿Cuáles son los mega hospitales más importantes de China?
También hay unos cuantos centros gigantes que se han ido ampliando con el paso de los años. Es el caso del considerado por muchos como el más grande del mundo: el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Zhengzhou, ubicado en la capital de la provincia de Henan, en el norte del país asiático. Ocupa una superficie total de 500.000 metros cuadrados y cuenta con más de 7.000 camas. En su historial recoge un récord de más de 250.000 operaciones quirúrgicas y 350.000 hospitalizaciones en un año, y más de 20.000 pacientes han llegado a ser tratados en un solo día en las áreas que cumplen las funciones de ambulatorios.
Vista aérea del Hospital Internacional de Xi'an, conocida mundialmente por ser el lugar donde fueron descubiertos bajo tierra los Guerreros de Terracota.
El de Zhengzhou se extiende por varios edificios, algunos de hasta 28 pisos, y trata una amplia gama de afecciones. Incluso tiene su propio departamento de bomberos y comisaría de policía. Este es el más grande de los bautizados por la prensa local como "superhospitales", centros con más de 4.000 camas. China cuenta con más de una quincena.
También en el norte del país se encuentra el Hospital Internacional de Xi'an, ciudad conocida mundialmente por ser el lugar donde fueron descubiertos bajo tierra los Guerreros de Terracota. Por tamaño, contando el campus de investigación que lo rodea, es incluso más grande que el de Zhengzhou. Ocupa una extensión de 530.000 metros cuadrados, aunque el terreno no está tan edificado y alberga 5.000 camas. Eso sí, cuenta con un sistema interno de transporte: una especie de carro de golf que lleva a los pacientes por las diferentes áreas clínicas.
La potencia asiática también presume de hospitales que van sobre el agua. Es el caso del Silk Road Ark, un barco-hospital del ejército chino que hizo su debut el pasado mes de julio rodeando las islas y arrecifes en disputa del Mar de China Meridional. Este buque de 10.000 toneladas, que llevará a cabo misiones humanitarias internacionales y respuesta a catástrofes, puede atender a más de 500 pacientes hospitalizados y realizar hasta ocho operaciones quirúrgicas simultáneas.
El Hospital Internacional de Xi'an cuenta con un sistema interno de transporte: una especie de carro de golf que lleva a los pacientes por las diferentes áreas clínicas.
El empeño en las ciudades chinas por construir hospitales cada vez más grandes comenzó sobre todo hace 10 años, cuando los demógrafos que realizan los censos empezaron a alertar de que la población iba a envejecer a un ritmo sin precedentes. En estos momentos, casi una cuarta parte de la población tiene 65 años o más. En el transcurso de los próximos 10 años, alrededor de 300 millones de personas, que actualmente tienen entre 50 y 60 años, abandonarán la fuerza laboral china.
Una población más envejecida equivale a una mayor presión sobre el sistema de atención sanitaria. Por eso muchos gobiernos locales se lanzaron a construir más hospitales y repartirlos también por los rincones más rurales. Pero el sistema sanitario continúa sobrecargado en muchas grandes ciudades.
Como explica un reportaje publicado en el diario Sixth Tone, con sede en Shanghai: "Los grandes hospitales actúan como imanes para un gran número de personas que no están dispuestas a poner su vida en manos del personal médico de clínicas más pequeñas, que cuentan con servicios deficientes a nivel local y doctores menos cualificados. Los superhospitales como el de Zhengzhou representan un dilema para los responsables políticos: satisfacen una demanda clara hoy, pero a largo plazo su presencia puede ser un obstáculo para lograr un sistema de atención sanitaria más sostenible en China".
La historia de los hospitales en el gigante asiático
En las décadas posteriores a la creación de la República Popular China en 1949, muchos habitantes de las ciudades estaban vinculados al llamado danwei, una "unidad de trabajo" supervisada por el gobernante Partido Comunista que cubría los gastos médicos. Los que vivían en el campo estaban cubiertos por comunas agrícolas que brindaban cobertura sanitaria básica. Gran parte de la atención sanitaria rural era proporcionada por los "médicos descalzos", como se conocía a los campesinos que recibían una formación médica muy básica y que administraban las medicinas.
Tras las décadas de aperturismo económico que empujaron al desarrollo del país, llegaron los programas de seguros públicos, que ahora mismo, según cifras oficiales, cubren al 95% de la población. Está el seguro médico básico para empleados urbanos, que se financia principalmente con los impuestos sobre la nómina de los trabajadores de las ciudades. Luego está el seguro médico básico para residentes urbanos y rurales, que cubre, además de a los que viven en el mundo rural, a trabajadores autónomos de las ciudades, menores, estudiantes y jubilados. Este último se financia sobre todo mediante subsidios gubernamentales.
Una de las quejas más comunes entre los chinos es que gran parte de todo este paquete de prestaciones lo deciden al final los gobiernos locales, por lo que varía mucho de una provincia a otra y genera bastantes desigualdades en cuanto a la calidad y el servicio de la sanidad pública. El seguro médico básico que se financia con fondos públicos cubre la atención hospitalaria y los medicamentos recetados, aunque estos están sujetos a diferentes (aunque pequeños) copagos. Por ejemplo, las visitas ambulatorias en grandes ciudades como Shanghai cuestan habitualmente entre 10 y 50 yuanes (entre 1,30 y 6,30 euros).
Una característica única de los hospitales es la integración de la medicina tradicional china (MTC) con la occidental. Los pacientes que acuden a los centros médicos pueden optar por tratamientos basados en MTC o por los convencionales. En el super-hospital de Xi'an se puede coger el carro de golf para desplazarse por los pasillos desde el área de acupuntura hasta el de traumatología.
Cumplieron con la fecha marcada. Al igual que con el otro nuevo hospital con 1.600 camas que se construyó en Wuhan en apenas una semana. El resto del mundo, que todavía no era consciente de la pandemia que se le venía encima, quedó asombrado con la capacidad de los obreros del gigante asiático para construir a toda velocidad lo que la prensa china bautizó como "Arcas de Noé". Un nombre que fue acuñado en realidad en 2003, cuando, en medio de la epidemia de SARS, en Pekín se construyó en tan solo siete días el Hospital Xiaotangshan, con más de 2.300 camas, el doble que el Hospital Universitario La Paz de Madrid.
China, hogar de más de 1.410 millones de personas, tiene enormes hospitales por todas partes. Se estima que existen aproximadamente 35.000 públicos y 21.000 privados, con estos últimos concentrados sobre todo en las ciudades más modernas. Algunos, en tiempos de emergencia sanitaria, se levantan en días y luego, como en el caso de los de Wuhan, se derriban igual de rápido porque ya no son necesarios.
¿Cuáles son los mega hospitales más importantes de China?
También hay unos cuantos centros gigantes que se han ido ampliando con el paso de los años. Es el caso del considerado por muchos como el más grande del mundo: el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Zhengzhou, ubicado en la capital de la provincia de Henan, en el norte del país asiático. Ocupa una superficie total de 500.000 metros cuadrados y cuenta con más de 7.000 camas. En su historial recoge un récord de más de 250.000 operaciones quirúrgicas y 350.000 hospitalizaciones en un año, y más de 20.000 pacientes han llegado a ser tratados en un solo día en las áreas que cumplen las funciones de ambulatorios.
Vista aérea del Hospital Internacional de Xi'an, conocida mundialmente por ser el lugar donde fueron descubiertos bajo tierra los Guerreros de Terracota.
El de Zhengzhou se extiende por varios edificios, algunos de hasta 28 pisos, y trata una amplia gama de afecciones. Incluso tiene su propio departamento de bomberos y comisaría de policía. Este es el más grande de los bautizados por la prensa local como "superhospitales", centros con más de 4.000 camas. China cuenta con más de una quincena.
También en el norte del país se encuentra el Hospital Internacional de Xi'an, ciudad conocida mundialmente por ser el lugar donde fueron descubiertos bajo tierra los Guerreros de Terracota. Por tamaño, contando el campus de investigación que lo rodea, es incluso más grande que el de Zhengzhou. Ocupa una extensión de 530.000 metros cuadrados, aunque el terreno no está tan edificado y alberga 5.000 camas. Eso sí, cuenta con un sistema interno de transporte: una especie de carro de golf que lleva a los pacientes por las diferentes áreas clínicas.
La potencia asiática también presume de hospitales que van sobre el agua. Es el caso del Silk Road Ark, un barco-hospital del ejército chino que hizo su debut el pasado mes de julio rodeando las islas y arrecifes en disputa del Mar de China Meridional. Este buque de 10.000 toneladas, que llevará a cabo misiones humanitarias internacionales y respuesta a catástrofes, puede atender a más de 500 pacientes hospitalizados y realizar hasta ocho operaciones quirúrgicas simultáneas.
El Hospital Internacional de Xi'an cuenta con un sistema interno de transporte: una especie de carro de golf que lleva a los pacientes por las diferentes áreas clínicas.
El empeño en las ciudades chinas por construir hospitales cada vez más grandes comenzó sobre todo hace 10 años, cuando los demógrafos que realizan los censos empezaron a alertar de que la población iba a envejecer a un ritmo sin precedentes. En estos momentos, casi una cuarta parte de la población tiene 65 años o más. En el transcurso de los próximos 10 años, alrededor de 300 millones de personas, que actualmente tienen entre 50 y 60 años, abandonarán la fuerza laboral china.
Una población más envejecida equivale a una mayor presión sobre el sistema de atención sanitaria. Por eso muchos gobiernos locales se lanzaron a construir más hospitales y repartirlos también por los rincones más rurales. Pero el sistema sanitario continúa sobrecargado en muchas grandes ciudades.
Como explica un reportaje publicado en el diario Sixth Tone, con sede en Shanghai: "Los grandes hospitales actúan como imanes para un gran número de personas que no están dispuestas a poner su vida en manos del personal médico de clínicas más pequeñas, que cuentan con servicios deficientes a nivel local y doctores menos cualificados. Los superhospitales como el de Zhengzhou representan un dilema para los responsables políticos: satisfacen una demanda clara hoy, pero a largo plazo su presencia puede ser un obstáculo para lograr un sistema de atención sanitaria más sostenible en China".
La historia de los hospitales en el gigante asiático
En las décadas posteriores a la creación de la República Popular China en 1949, muchos habitantes de las ciudades estaban vinculados al llamado danwei, una "unidad de trabajo" supervisada por el gobernante Partido Comunista que cubría los gastos médicos. Los que vivían en el campo estaban cubiertos por comunas agrícolas que brindaban cobertura sanitaria básica. Gran parte de la atención sanitaria rural era proporcionada por los "médicos descalzos", como se conocía a los campesinos que recibían una formación médica muy básica y que administraban las medicinas.
Tras las décadas de aperturismo económico que empujaron al desarrollo del país, llegaron los programas de seguros públicos, que ahora mismo, según cifras oficiales, cubren al 95% de la población. Está el seguro médico básico para empleados urbanos, que se financia principalmente con los impuestos sobre la nómina de los trabajadores de las ciudades. Luego está el seguro médico básico para residentes urbanos y rurales, que cubre, además de a los que viven en el mundo rural, a trabajadores autónomos de las ciudades, menores, estudiantes y jubilados. Este último se financia sobre todo mediante subsidios gubernamentales.
Una de las quejas más comunes entre los chinos es que gran parte de todo este paquete de prestaciones lo deciden al final los gobiernos locales, por lo que varía mucho de una provincia a otra y genera bastantes desigualdades en cuanto a la calidad y el servicio de la sanidad pública. El seguro médico básico que se financia con fondos públicos cubre la atención hospitalaria y los medicamentos recetados, aunque estos están sujetos a diferentes (aunque pequeños) copagos. Por ejemplo, las visitas ambulatorias en grandes ciudades como Shanghai cuestan habitualmente entre 10 y 50 yuanes (entre 1,30 y 6,30 euros).
Una característica única de los hospitales es la integración de la medicina tradicional china (MTC) con la occidental. Los pacientes que acuden a los centros médicos pueden optar por tratamientos basados en MTC o por los convencionales. En el super-hospital de Xi'an se puede coger el carro de golf para desplazarse por los pasillos desde el área de acupuntura hasta el de traumatología.